El USDA y los proveedores de servicios alimentarios dan un paso positivo en favor de las comidas escolares

Sabemos que los niños reciben una proporción significativa de sus calorías diarias de las comidas escolares, lo que demuestra lo importantes que son los programas de comidas escolares. Pregunte a cualquier profesor. Saben que demasiados alumnos llegan a clase hambrientos, enfrentándose a una barrera para el aprendizaje que ningún niño debería experimentar.

Las escuelas han hecho un gran trabajo, mientras que los profesionales de los servicios alimentarios escolares han sorteado situaciones casi imposibles durante el COVID y han mantenido alimentados a nuestros niños. Y para apoyar esta labor, afortunadamente, existen normas nacionales de nutrición que siguen evolucionando y mejorando.

Recientemente, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) ha propuesto nuevas directrices para actualizar las normas de nutrición en las escuelas, adaptándolas a los últimos avances de la ciencia de la nutrición. Las directrices propuestas incluyen una disminución gradual de la cantidad de azúcares añadidos y sal en los alimentos preparados, dar prioridad al uso de cereales integrales cuando se utilicen cereales en las comidas y reforzar la capacidad de las escuelas para utilizar más alimentos cultivados localmente y culturalmente apropiados. Estos cambios se aplicarán a lo largo de tres años, para permitir que los paladares de los niños se adapten a alimentos más nutritivos y que el sistema escolar aplique gradualmente las normas.

Aplaudimos los esfuerzos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), junto con la gran cantidad de trabajo innovador surgido de la Conferencia de la Casa Blanca sobre Hambre, Nutrición y Salud de 2022, la primera reunión de este tipo en más de 50 años.

“Las comidas nutritivas son un suministro escolar de vital importancia”, afirma Curt Ellis, director general y cofundador de FoodCorps. “Sabemos que las comidas escolares influyen en cómo se sienten los alumnos, cómo aprenden y cómo crecen. Para introducir cambios en estos programas es necesario que los campeones de toda la comunidad escolar se unan en torno a un propósito compartido de salud, educación y alegría.”

Este enfoque “descendente” del USDA es positivo.

Pero el cambio a este nivel no se produciría sin los esfuerzos nacionales de los proveedores de servicios alimentarios escolares. Han adoptado un planteamiento “de abajo arriba”, colaborando con administradores y organizaciones, como nuestros socios beneficiarios Food Research and Action Center y FoodCorps, y participando en iniciativas comunitarias de base para mejorar la nutrición de los niños en las escuelas.

La Fundación Newman’s Own, en 2022, publicó una solicitud de propuestas para aflorar y apoyar otros esfuerzos locales inspirados e innovadores. Las propuestas resultantes representaban algunos de los mejores trabajos realizados a escala local, desde Corvallis (Oregón) hasta Newark (Nueva Jersey). Greater Newark Conservancy, por ejemplo, gestiona la mayor granja urbana del estado y el primer centro medioambiental de Newark, que han visitado más de 34.000 jóvenes.

En las empresas, a menudo se reconoce que el verdadero cambio sistémico sólo puede producirse si fluye
tanto
fluye tanto de arriba hacia abajo como de abajo hacia arriba. Lo mismo ocurre en cualquier parte, francamente, y lo estamos viendo en la alimentación escolar y la nutrición infantil. Unas directrices sólidas y basadas en datos empíricos, junto con una labor innovadora a escala local y regional por parte de quienes están en primera línea, siguen marcando la diferencia en la vida de nuestros niños. Sigamos así.